Viviendo El Ejemplo De Los Reyes Magos
Lectura: (1a: Is 60, 1-6; Sal: 71; 2da: Ef 3, 2-3.5-6; Ev: Mt 2, 1-12)
Este breve reflexión fue escrito por Padre Njoku Canice Chukwuemeka, C.S.Sp. El es un sacerdote Católico y miembro de la Congregación de los Padres y Hermanos del Espíritu Santo (Espiritanos). El trabaja en la Sanctuario del Espiritu Santo, en Dorado, Puerto Rico, del Internacional Grupo Espiritano De Puerto Rico y Republica Dominicana. Para más detalles y comentarios contacto él en:canice_c_ njoku@yahoo.com o canicechukwuemeka@gmail.com
Hoy celebramos la solemnidad de la Epifanía, y de manera muy especial el día de los tres reyes que llevaron a Jesús unos muy costosos y simbólicos regalos de oro, Mirra, y el incienso. El término Epifanía es de origen griego, epiphaninen. Es un verbo que significa “revelar”, o “manifiesto”. Celebra las muchas maneras en que Jesús se ha revelado a sí mismo a nosotros y a nuestro mundo. Entre ellos se incluyen los tres eventos que reúnen a la luz su misión y divinidad: la visita de los tres reyes o magos (Mt 2, 10-12), el bautismo de Jesús (Mc 1, 9-11), y el milagro de Caná (Jn 2, 1-11).
Así pues, hoy en día, Dios se revela a nosotros, porque Él es bueno y amoroso. La luz que brilla sobre nosotros en el día de hoy es la luz de la vida, de la que nosotros mismos debemos obtener nuestra propia luz y reflejarla a los demás. Hoy en día, el Señor Jesucristo extiende y expande el horizonte de su amor a nosotros por no ser egoísta. Que permite iluminar la oscuridad de nuestras vidas. La lección de todo esto es, que también tenemos que hacer nuestra vida mejor y permitir que la bondad fluya a través de nosotros para ayudar a los demás. Debemos iluminar nuestra luz para que otros puedan ver con ello, cómo Cristo ilumina nuestro camino y vida este Nuevo Año con su propia luz, la vida, su divina presencia.
El Evangelio de hoy es, sobre la visita de los tres reyes magos. Vinieron a adorar y ofrecer regalos al recién nacido Rey, Jesucristo. Este Evangelio está lleno de muchas lecciones para aprender. En primer lugar, los tres reyes magos vinieron a Cristo con un auténtico culto como el Rey de reyes. Por lo tanto, nuestra adoración debe ser sincera y de corazón al igual que el de los tres reyes magos. No debe ser como la propuesta de culto de Herodes que era falsa.
En segundo lugar, debemos estar dispuestos a ofrecer a Jesús algo. No debemos comparecer ante el Señor con las manos vacías. Por lo tanto, debemos preguntarnos, ¿qué le puedo ofrecer al Señor por todo el bien que me ha hecho? El único regalo que debemos ofrecer a Dios por su bondad para nosotros es nuestra vida, el regalo de la buena vida, el regalo del amor, el regalo de la obediencia, el regalo de la humildad, el regalo de la paz de nuestras familias y el mundo en que vivo, y el regalo del sacrificio de uno para el otro. Además, hay que aprender a ser generosos con los demás como los tres reyes magos con Jesús. Los niños, como esperan los regalos de los padres hoy en día, traten de ser generosos con los demás muy especialmente, hacia sus padres. Los Padres, seamos también generosos con nuestros niños hoy, dando regalos como a los reyes magos a Jesús.
En tercer lugar, otra lección que debemos aprender de los reyes magos es que nosotros debemos continuar con la estrella y la luz que Cristo nos muestra. Es decir, no hay que dejarse engañar o distraer de nuestro camino por Herodes. Confiando en que Dios no induce al error o a engañar, debemos seguir buscando su estrella y luz en nuestras vidas y a lo largo de nuestro camino hacia la eternidad.
Cada vez que se encuentren confundidos o llegando a una encrucijada de la vida, debemos buscar y esperar hasta que la estrella de Cristo aparezca y nos muestre el camino que debemos seguir. Esto es simplemente lo que nos puede hacer referencia como guía divina y el abogado en nuestras vidas. Hoy, por lo tanto, debemos pedirle a Dios que la iglesia rece: “Padre, guíanos con su luz. Ayúdanos a reconocer a Cristo en la Eucaristía y recibirlo con amor, porque Él es el Señor eternamente y para siempre.” ¡Amén!
¡Viva el rey Jesús, viva los reyes magos!
¡La Paz sea con ustedes!
¡Maranatha (Ven Señor Jesús!)