Los Santos Ángeles Custodios, Protéjanos
Lecturas: 1ra: Jb 38:1.12-21; 40:3-5; Sal:138; Ev: Mt18:1-5. 10
Esta breve reflexión fue escrita por el Padre Canice Chukwuemeka Njoku, C.S.Sp. Es un sacerdote católico y miembro de la Congregación del Espíritu Santo (Espirítanos). Es un misionero en Puerto Rico, la isla del encanto. Es el Canciller de la Diócesis de Fajardo-Humacao, Puerto Rico; Párroco de la Parroquia la Resurrección del Señor, Canóvanas, y el Superior Mayor la Congregación del Espíritu Santo (Espirítanos), Circunscripción de Puerto Rico y Republica Dominicana. Para más detalles y comentarios se puede contactarlo al: canice_c_njoku@yahoo.com, cancilleriadfh@gmail.com, canicechukwuemeka@gmail.com.
Hoy, el viernes de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario, la Iglesia celebra el memorial de los santos ángeles guardianes.
La idea de que cada alma tiene un ángel guardián personal asignado ha sido aceptada durante mucho tiempo por la Iglesia. Esta es la verdad de nuestra fe.
Los ángeles son siervos y mensajeros de Dios. “Ángel” en griego significa mensajero. De manera invisible, nos ayudan en nuestra peregrinación terrenal ayudándonos en el trabajo y el estudio. Nos ayudan en la tentación y nos protegen del peligro físico.
En el evangelio de hoy, Cristo destacó esta función de los ángeles guardianes: “Mira que no desprecies a uno de estos pequeños, porque te digo que sus ángeles en los cielos siempre miran el rostro de mi Padre celestial.”
De hecho, no están destinados solo a los niños, sino a todos los que se humillan y caminan inocentemente. Es natural que los niños caminen inocentemente, incluso en lugares peligrosos sin miedo de nada.
Por lo tanto, cuando desarrollamos una inocencia similar a la de los niños, que también viene con la confianza de que estamos caminando en la presencia de Dios, y nuestro ángel guardián también camina con nosotros.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma y nos asegura que, “la existencia de los seres espirituales y no corpóreos que la Sagrada Escritura suele llamar ‘ángeles’ es una verdad de fe (328)”.
Así, desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, el hombre está rodeado por la protección y la intercesión de los ángeles, particularmente nuestro ángel guardián: “Además cada creyente se encuentra un ángel como protector y pastor que lo lleva a la vida (336)”.
Así que, al honrar a nuestros ángeles guardianes hoy, pidamos a Dios que nos ayude a desarrollar una confianza e inocencia semejante a la de los niños para que nuestro ángel guardián pueda seguir acompañando y protegiéndonos.
La paz sea con ustedes.
¡Maranatha!