¿Qué es Bueno sobre el Viernes Santo?
Lectura: 1ra: Is 52, 13- 53, 12; Sal 30; 2ra: He 4, 4-16, 5-9; Ev: Jn 18, 1-19, 42
Esta breve reflexión fue escrita por el Padre Canice Chukwuemeka Njoku, C.S.Sp. Es un sacerdote católico y miembro de la Congregación del Espíritu Santo (Espirítanos). Es un misionero en Puerto Rico. Es el Párroco de la Parroquia la Resurrección del Señor, Canóvanas y el Superior Mayor la Congregación del Espíritu Santo (Espirítanos), Circunscripción de Puerto Rico y Republica Dominicana. Fue el Canciller de la Diócesis de Fajardo Humacao, Puerto Rico. El Padre Canice es miembro de la academia de homilética (The Academy of Homiletics). Para más detallesy comentarios se puede contactarlo all:
canice_c_njoku@yahoo.com, canicechukwuemeka@gmail.com.
(https://orcid.org/0000-0002-8452-8392)
Hoy la iglesia celebra el Viernes Santo. Hay ciertas expresiones que presentan muchas dificultades a veces. Esto es especialmente cuando parecen irónicas. Al reflexionar sobre la celebración de este día me acordé de un hombre. Si uno se encuentra con este hombre por la mañana y lo saluda, “¡buenos días, señor!”, lo más probable su respuesta sería: “¿Qué bueno tiene esta mañana?

Como este hombre, la mayoría de nosotros ha hecho esta pregunta: “¿Qué bueno hay en este viernes? ¿Qué es bueno en un día que alguien inocente fue condenado a muerte y crucificado? Un día que no debemos celebrar; un día que se nos pide que se abstengan de “todas las cosas buenas de la vida.”
¿Que es bueno sobre un día cuando Dios fue crucificado; un día cuando se hicieron añicos las esperanzas de aquellos que admiraban a Jesús como el Mesías? Esta pregunta me recuerda también una inscripción que vi una vez en un vehículo destartalado que decía: “¡No importa lo que está escrito de mí, entre y estarás bien!” Esto nos lleva al menos unos pocos centímetros cerca de la respuesta a esta pregunta.

El Viernes Santo es el viernes dentro de la Semana Santa. El primer plano de la cuestión es que, si este día no hubiera ocurrido, no habría salvación para la humanidad. Esto es porque, si Cristo no hubiera muerto, no habría habido lavado de nuestros pecados (Juan 16, 3; Ro 5, 8). Así que, este día es bueno y santo porque es una bendición disfrazada. Es en realidad en este día que el diablo se puso en vergüenza y el poder de la muerte fue derrotado.
Por lo tanto, Pablo dijo: “¿Muerte; dónde está tu aguijón? ¿Muerte dónde está tu poder?” (I Cor 15, 55). Según el Catecismo Católico: “La justificación ha sido merecida para nosotros por la pasión de Cristo que se ofreció en la Cruz como una víctima viva, Santa y agradable a Dios, y cuya sangre se ha convertido en el instrumento de expiación por los pecados de todos los hombres” (CCC 1992). En segundo lugar, es en este día que las barreras que impiden a todos los Santos de la iglesia entrar en el lugar Santísimo, son desgarradas (Mt 27, 51).
En tercer lugar, es en este día que en realidad se ha instituido el camino de la salvación. De hecho, algunas escolásticas bíblicas consideran este día más importante que el domingo de Pascua, porque se sienten que, sin este día, el domingo de Pascua no habría sido posible.
El término “Viernes Santo” y las actividades que lo rodean podrían compararse a una de las líneas en el cantico Exultet (o pregón pascual) que cantamos durante la misa de la vigilia de Pascua que describe la caída de Adán y Eva como: una “feliz caída”.
Así que, como la caída de Adán y Eva ayudó a cumplir el plan salvífico de Dios, así también hace el sacrificio y muerte de Jesucristo el viernes santo. Se ayuda en el cumplimiento del plan salvífico de Dios. Es un día cuando el “drama ” escrito por Dios fue totalmente “dirigido y actuado” por Cristo, su hijo.

Este día parecía ser la ausencia de Dios según cálculos humanos. Sin embargo, Dios está totalmente presente y radiante en algún lugar lleno de sonrisas porque su hijo logra su misión por la salvación de la humanidad. ¡De hecho, es un buen y santo viernes!
¡La paz sea con ustedes!
Maranatha!